- Nueva conexión entre la unidad de control y el sensor de antena.
- Sensibilidad ajustable.
- Instalación fácil y rápida.
- Sensibilidad ajustable.
- Diferentes tonos de señalización en comparación con el modelo trasero
El funcionamiento del sensor de estacionamiento EPS es simple y efectivo. Cuando se activa, el sistema emite inmediatamente una primera señal de OK de autodiagnóstico, verificando al mismo tiempo el área de cobertura y la temperatura externa, ajustando en consecuencia su sensibilidad a las condiciones climáticas / ambientales existentes en el momento del uso. Tan pronto como el automóvil se mueve, comienza a detectar, dentro de su campo de acción, la presencia de obstáculos en la fase de aproximación a partir de unos 70-80 cm de distancia.
Los sensores de estacionamiento electromagnéticos representan una gran innovación en el sector porque un solo sensor reemplaza a los 4 sensores ultrasónicos conocidos. Este sensor único, que consiste en una cinta adhesiva de aluminio aplicada dentro del parachoques, una vez activada la unidad de control, genera un campo electromagnético en toda su longitud. En presencia de obstáculos, el campo electromagnético se modifica y la unidad de control emite señales de advertencia acústica o visual. Los sensores de estacionamiento electromagnéticos se montan sin perforar el parachoque, pero colocando el sensor dentro del mismo. El precio es más alto que la solución de ultrasonido clásica, pero es una tecnología que pronto se impondrá.
No habrá más esos pequeños círculos redondos en el paraurtii estética que puede arruinar la línea de automóviles de lujo hoy en día. La unidad de control electrónico EPS ® es muy compacto (más pequeño que un paquete de cigarrillos) que se pueden instalar fácilmente en el maletero del coche. Además, el sensor de antena es absolutamente invisible y no puede ser dañada, ya que está instalado en el interior del parachoques.
Proxel ofrece un precio asequible y muy útil para facilitar la maniobra de aparcamiento evitar choques que pueden causar daños no deseados a su coche y las de los demás.
El Proxel ha sido el pionero en llevar al mercado un nuevo sistema que utiliza una banda de metal flexible oculto en el interior del parachoques, desde el exterior, no hay ninguna señal visible de que se ha instalado el sensor de estacionamiento.
Los sensores de aparcamiento electromagnéticos invisibles reducen el riesgo de contacto no deseado debido a la distracción, falta de visibilidad o la falta de espacio en las plazas de aparcamiento de la ciudad y dentro de la caja y garaje.
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